Las relaciones entre India y Canadá han alcanzado un nivel sin precedentes, con ambos países expulsando a altos diplomáticos en respuesta al asesinato del separatista sij Hardeep Singh Nijjar, que reside en Canadá. Nijjar, un defensor vocal del movimiento pro-Khalistán, fue etiquetado como terrorista por India, mientras que las autoridades canadienses están investigando la supuesta participación de agentes indios en su muerte. Este reciente tumulto sigue a una historia de disputas periódicas, pero representa una escalada marcada en el enfrentamiento diplomático.
Los orígenes de la ruptura se remontan a 1974, cuando las pruebas nucleares de India sorprendieron al mundo y fracturaron las relaciones con Canadá, que había proporcionado a India plutonio para fines pacíficos. Sin embargo, incluso en ese momento, no se produjeron expulsiones de altos diplomáticos. Las tensiones hirvieron durante décadas, en gran parte debido a la gestión de Canadá de los movimientos separatistas sij dentro de sus fronteras, pero el comercio, la educación y los lazos comunitarios se mantuvieron fuertes. Sin embargo, los analistas señalan una desconexión creciente: Canadá ve el apoyo pro-Khalistán como activismo protegido bajo la libertad de expresión, mientras que India lo considera una amenaza interna peligrosa.
Según Michael Kugelman del Wilson Center, la percepción de indulgencia de Canadá hacia los activistas separatistas sij ha tensado repetidamente los lazos. Mientras tanto, las dinámicas políticas canadienses solo han complicado las cosas, con una significativa diáspora sij influyendo en la política federal. A medida que el gobierno de Trudeau enfrenta bajas tasas de aprobación, algunos han especulado sobre motivaciones políticas, aunque los expertos sugieren que esta crisis es más un síntoma de las frustraciones de larga data de India sobre el enfoque de Canadá hacia los activistas separatistas.
Históricamente, la relación entre India y Canadá se ha fortalecido por una diáspora compartida de 1.3 millones de personas y un comercio extenso, siendo India el décimo socio comercial más grande de Canadá. Sin embargo, el profundo estancamiento genera dudas sobre las relaciones de alto nivel a medida que ambas naciones se dirigen hacia elecciones. Este enfrentamiento marca un mínimo histórico en las relaciones bilaterales, con las recientes acusaciones de India contra Canadá mostrando una similitud—e incluso una mayor intensidad—con su retórica de larga data contra Pakistán.