Ralph Reed, un destacado líder evangélico, fue puesto a prueba durante una entrevista en CNN cuando la presentadora Kasie Hunt le preguntó si se sentía «moralmente cómodo» con la reciente afirmación de Donald Trump de que es el “padre de la FIV.” El comentario de Trump, hecho en un foro de Fox News, generó controversia al tocar el tema de la fertilización in vitro (FIV), un tratamiento que ha estado bajo escrutinio desde la decisión de la Corte Suprema de EE. UU. de anular Roe v. Wade. La Faith & Freedom Coalition de Reed ha estado invirtiendo millones para movilizar a los votantes evangélicos en apoyo a Trump, convirtiendo su postura sobre la FIV en un tema candente.
En respuesta, Reed eludió el tema, afirmando cuidadosamente: “Yo personalmente lo soy, y nuestra organización lo es.” Reconoció que la FIV plantea “preocupaciones morales y éticas” en torno a la fertilización y manejo de embriones, preguntando retóricamente si se hace “sin cuidado” y sin respeto por estas preocupaciones. Aún así, trató de tranquilizar a Hunt diciendo: “Creo que podemos resolver esos problemas.”
La conversación destacó un punto sensible para el GOP, que se ha encontrado a la defensiva sobre los derechos reproductivos desde que la Corte Suprema de Alabama dictaminó que los embriones congelados deben ser tratados como personas. El tema se intensificó aún más cuando los republicanos del Senado bloquearon recientemente una propuesta demócrata para proteger el acceso a la FIV y exigir su cobertura, desestimándola como un “truco” preelectoral.
Reed, buscando reenfocar la conversación, insistió en que apoyar la FIV se alinea con los valores pro-vida evangélicos, señalando: “Esto se trata de parejas que luchan por tener un hijo, por traer una vida al mundo… Queremos que más personas traigan vidas, niños no nacidos, a la realidad.” Pero mientras Reed eludía las preguntas incisivas de Hunt, sigue sin estar claro cuál es la verdadera postura de la comunidad evangélica y sus aliados políticos sobre el equilibrio entre la FIV y los valores pro-vida en medio de un panorama en constante evolución de los derechos reproductivos.