En un movimiento decisivo, un pequeño círculo de patrocinadores ultra-ricos está invirtiendo más de 350 millones de dólares en los super PACs de Donald Trump, proporcionando una ventaja financiera masiva mientras su campaña se apresura a igualar el poder de recaudación de fondos de Kamala Harris. Con sus contribuciones directas a la campaña quedando atrás, el empuje de Trump por la Casa Blanca está viendo un gran apoyo de figuras clave como Elon Musk, Miriam Adelson, Timothy Mellon y Dick Uihlein—cada uno de los cuales ha aumentado significativamente su fondo de guerra a través de super PACs específicos.
Miriam Adelson se ha convertido en una de las aliadas más influyentes de Trump en este ciclo, canalizando 100 millones de dólares al PAC Preserve America, que actualmente está financiando anuncios de televisión de alta intensidad en estados clave de todo el país. Mientras tanto, la contribución de casi 75 millones de dólares de Elon Musk al PAC America pro-Trump señala su compromiso con la campaña, particularmente a través de iniciativas para movilizar a votantes jóvenes y tempranos—un grupo demográfico crítico para el resultado de las elecciones. Timothy Mellon también ha emergido como una fuerza financiera importante, comprometiendo 125 millones de dólares al super PAC Make America Great Again Inc., que está destinado a alimentar una campaña publicitaria de amplio alcance a medida que se acercan las elecciones.
Dick Uihlein, con su apoyo de 49 millones de dólares al PAC Restoration, está apuntando estratégicamente a carreras específicas y alineándose con grupos enfocados en el GOP, mostrando un esfuerzo bien coordinado para reforzar la influencia del ex presidente en múltiples frentes. Además, Diane Hendricks y David Millstone han dirigido millones al PAC Right for America, financiando amplios esfuerzos de divulgación en contra de Harris, mientras que la reciente donación de 5 millones de dólares de Kelcy Warren al PAC Turnout for America está destinada a fortalecer los esfuerzos de canvassing de base para impulsar la participación electoral.
La magnitud de estas donaciones demuestra que los aliados financieros de Trump no solo están manteniendo a flote su campaña, sino que están reconfigurando activamente el panorama estratégico de la carrera de 2024. Con una coalición más amplia de financiamiento esperada de otros grupos pro-Trump importantes, esta afluencia de apoyo de multimillonarios está trazando un camino para que las ambiciones de Trump en 2024 compitan ferozmente en el escenario nacional, dando lugar a un ciclo electoral marcado por una influencia política de altos dólares sin precedentes.