Mark Cuban no recibió exactamente una cálida bienvenida cuando se unió a las filas de los propietarios de la NBA en 2000. Solo unos años después de pasar orgullosamente de ser un fan de los Mavericks a ser el propietario mayoritario, Cuban se encontraba en una reunión de la Junta de Gobernadores enfrentándose a algunos desprecios y palabras duras. En una charla reciente en The Big Podcast with Shaq, Cuban se abrió sobre uno de sus primeros encuentros, recordando cómo ejecutivos veteranos de la NBA cuestionaron su valía y afirmaron que no había “hecho ni ganado nada” todavía. Pero Cuban no se dejó desanimar. Con el tiempo, ganó respeto de la mejor manera posible: trayendo un campeonato a Dallas, gracias en gran parte a la lealtad y brillantez de Dirk Nowitzki.
El viaje de Cuban ha transformado desde entonces la marca de los Mavericks, no solo por el título de 2011, sino por establecer estándares para las experiencias de los aficionados que hacen de la arena de Dallas una de las más animadas de la NBA. Aunque vendió una parte importante de su participación a la familia Adelson, su compromiso con el equipo y su voz en la liga permanecen tan fuertes como siempre. Recientemente, en First Take de ESPN, Cuban debatió con Stephen A. Smith sobre el siempre controvertido debate de la “gestión de carga”. Cuban ha sido durante mucho tiempo vocal en su apoyo a descansar a los jugadores, citando que la exigencia del juego moderno es mucho más intensa que en el pasado.
Mientras la NBA implementó un mínimo de 65 juegos para la elegibilidad a premios antes de la temporada 2023-24, Cuban sigue sin estar convencido de que los minutos pesados sean una demanda justa, especialmente con la calidad de la postemporada en juego. Para Cuban, asumir la crítica por opiniones controvertidas no es nada nuevo: solo otro capítulo en su valiente viaje de ser un novato en la NBA a convertirse en una de sus voces más influyentes.