El huracán Milton arrasó Florida, dejando un trágico rastro con múltiples fatalidades y sumergiendo a más de tres millones de personas en la oscuridad mientras los cortes de energía se extendían por todo el estado. Inicialmente temido como la “tormenta del siglo”, potencialmente más devastadora que el huracán Katrina, los vientos de Milton afortunadamente se debilitaron al tocar tierra, salvando al estado de una pérdida de vidas aún mayor.
Entre los afectados se encontraban miles de turistas británicos, muchos de los cuales se vieron obligados a refugiarse en albergues de emergencia o evacuar sus alojamientos vacacionales. Teresa Outhwaite, de 51 años, de East Sussex, fue una de las evacuadas, habiendo llegado a su propiedad en la isla Anna Maria solo unos días antes para evaluar los daños de tormentas anteriores causados por el huracán Helene. Obligada a reubicarse en Orlando, se unió a innumerables residentes y visitantes preparándose para el impacto de la tormenta.
A pesar del alivio de vientos aún más fuertes, las secuelas del huracán Milton subrayan la naturaleza implacable de esta temporada de huracanes, con los residentes de Florida enfrentando esfuerzos de recuperación significativos en las semanas venideras.