El apasionado respaldo de Michelle Obama a Kamala Harris en Michigan electrizó a los demócratas, desatando llamados para que ella misma se postule a la presidencia. Mientras apoyaba con fervor a Harris, Obama arremetió contra el comportamiento de Donald Trump, instando a los estadounidenses a exigir un “adulto en la Casa Blanca”. Al detallar las “mentiras” y el “declive moral” de Trump, sus comentarios desataron una locura en línea, con muchos demócratas aclamándola como la candidata ideal.
Obama no se contuvo, cuestionando por qué Harris enfrenta un escrutinio más severo que Trump y calificando su intento de un segundo mandato como un grave riesgo para los valores de América. En su discurso, Obama suplicó directamente a los hombres en la audiencia, instando a la empatía y comprensión por las luchas que enfrentan las mujeres bajo políticas restrictivas. Este llamado emocional, combinado con sus potentes críticas a Trump, hizo que el público clamara por ella para que subiera al escenario como candidata. Sin embargo, Obama reiteró su falta de interés en postularse, dejando claro que está comprometida a apoyar a Harris y a otros líderes demócratas en su lugar.