Tras la muerte del líder de Hamas, Yahya Sinwar, Israel está impulsando la consolidación de ganancias estratégicas antes de las elecciones presidenciales de EE. UU. en enero. El primer ministro Benjamin Netanyahu está intensificando las operaciones militares en Gaza y a lo largo de la frontera con Líbano, con el objetivo de crear zonas de amortiguamiento que protejan a Israel de futuros ataques de Hamas y Hezbollah. Con las elecciones estadounidenses a la vista, Israel busca capitalizar el clima político actual para reconfigurar las dinámicas de poder regionales antes de que un nuevo presidente americano asuma el cargo.
Mientras el presidente de EE. UU., Joe Biden, busca utilizar la muerte de Sinwar para desescalar el conflicto, Netanyahu parece decidido a prolongar la campaña militar, probablemente esperando un posible regreso de Donald Trump, quien ha estado más alineado con las políticas duras de Israel. A medida que Israel expande su presencia militar, incluyendo la eliminación de posiciones de Hamas y Hezbollah, crecen las preocupaciones sobre la crisis humanitaria en Gaza y la posibilidad de nuevas escaladas con Irán, tras sus ataques con misiles en octubre.