La dedicación del entrenador de Los Angeles Lakers, JJ Redick, se mostró en todo su esplendor este fin de semana—en el lugar más inesperado. El veterano de la NBA, Baron Davis, vio a Redick en un lavadero de autos, con la laptop abierta, analizando películas defensivas sobre los Sacramento Kings. Davis tuiteó su admiración, llamando a Redick un “entrenador de jugadores” y elogiando su preparación incansable. “¡Lakers en grandes manos!” escribió Davis, destacando el compromiso de Redick de hacer que cada momento cuente.
Equilibrando un calendario de juegos consecutivos y los compromisos de baloncesto de sus hijos, Redick explicó que tenía que aprovechar cualquier oportunidad para revisar películas. Su meticulosidad claramente está dando frutos, con los Lakers comenzando la temporada 3-0 por primera vez desde 2010-11. La influencia de Redick ha energizado al equipo, que está jugando con un nuevo nivel de cohesión, adaptabilidad y disciplina defensiva, destacada en sus victorias de remontada sobre los Suns y Kings.
Contra Phoenix, los Lakers se recuperaron de un déficit de 22 puntos, mientras que en Sacramento, lograron volver con un cuarto cuarto compuesto y estratégico. El enfoque de Redick en la fluidez y la precisión ha revitalizado su ofensiva en media cancha, mientras que su atención a los detalles defensivos los mantiene un paso adelante de cada oponente.
Para los aficionados de los Lakers, el compromiso de Redick—desde el estudio de películas en un lavadero de autos hasta ajustes sin problemas en la cancha—ha creado emoción y optimismo. Su enfoque está fomentando una cultura de equipo disciplinada que tiene hambre de una carrera seria en el Oeste.