En una dramática confirmación, un alto funcionario de EE. UU. reveló que los recientes ataques de Israel en Irán fueron “muy cuidadosamente preparados”, apuntando a sitios militares iraníes con precisión y efectividad. La declaración, hecha de forma anónima a CNN, destacó la naturaleza calculada de la respuesta de Israel a los continuos ataques con misiles iraníes, que las fuerzas israelíes afirman han persistido durante meses. “El ataque fue extenso. Fue preciso. Fue exacto,” enfatizó el funcionario estadounidense, confirmando el enfoque del ataque en sitios militares a lo largo de Irán.
La declaración ha suscitado atención internacional, subrayando el reconocimiento de América sobre la respuesta “dirigida y efectiva” de Israel, mientras niega firmemente la participación directa de EE. UU. en la operación. Sin embargo, el respaldo de la administración Biden a las acciones de Israel señala un apoyo significativo, con funcionarios estadounidenses que supuestamente enfatizan el compromiso de Israel con un enfoque controlado y táctico. Con las repetidas provocaciones de Irán escalando las tensiones, la decisión de Israel de lanzar un contraataque coordinado refleja una nueva intensidad en la lucha por el poder regional.
El Primer Ministro británico Keir Starmer se unió a la contienda, instando a Irán a abstenerse de escalar aún más el conflicto. “El Medio Oriente no puede permitirse una mayor escalada regional,” comentó Starmer, pidiendo moderación mientras las fuerzas israelíes e iraníes se observan mutuamente en un paisaje cada vez más tenso. El llamado de Starmer refleja preocupaciones más amplias de que la retaliación de Irán podría encender una inestabilidad más amplia, arrastrando a potencias regionales e incluso globales a un conflicto más profundo.
Las fuerzas armadas de Israel aclararon que los ataques a Irán fueron una medida de defensa necesaria contra lo que describieron como “meses de ataques continuos” por parte de las fuerzas iraníes. La última ofensiva tuvo como objetivo una red de instalaciones militares, con el fin de reducir la capacidad de Irán para futuros ataques. Como señalan los analistas regionales, los ataques representan una demostración dramática de fuerza, sugiriendo la disposición de Israel para neutralizar amenazas en su origen.
Mientras tanto, en un clima donde las tensiones entre Israel e Irán ya están al borde del colapso, la comunidad internacional contiene la respiración. Con EE. UU. expresando su aprobación a la “precisión estratégica” de Israel y la súplica de Starmer por la desescalada, las apuestas rara vez han sido tan altas. Cualquier represalia iraní podría desencadenar una reacción en cadena, arriesgando más disturbios en un Medio Oriente ya volátil.
A medida que el mundo observa, este ataque dirigido insinúa una nueva fase de conflicto entre Israel e Irán, donde tanto aliados como rivales están en alta alerta. ¿Prevalecerán las cabezas frías, o está la región al borde de una peligrosa escalada?