Un gran incendio estalló el miércoles en el aeródromo militar de Chkalovsky, cerca de Moscú, marcando otro golpe para la ya agobiada infraestructura militar de Vladimir Putin. Imágenes dramáticas muestran humo negro saliendo del aeródromo, con helicópteros desplegados en un intento frenético por controlar las llamas. Fuentes rusas informan que el incendio, que se extendió por más de 8,600 pies cuadrados, pudo haber comenzado debido a un cortocircuito en el edificio de la sede.
El incidente, que ocurrió a solo 20 millas del centro de Moscú, ha provocado burlas por parte de los partidarios de Ucrania, con publicaciones en línea que se mofan del fuego como un posible acto de “fumador descuidado.” Aunque el aeródromo ha sido objetivo de fuerzas ucranianas en el pasado, actualmente no hay indicios de una participación directa de Kiev.
Este incendio se produce en medio de intensificaciones de ataques tanto de Rusia como de Ucrania sobre la infraestructura crítica del otro y sigue a informes recientes de sabotaje en bases aéreas rusas. El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky también ha presentado un “plan de victoria,” declarando que Kiev, junto con sus aliados, forzará a Rusia a la paz.