TE ESTÁS HACIENDO VIEJO: 20º Aniversario del Show de Medio Tiempo de Nipplegate
¿Puedes creerlo? Han pasado 20 años desde el infame show de medio tiempo de Nipplegate en el Super Bowl XXVIII. Para aquellos que no lo recuerdan o que ni siquiera estaban vivos en ese entonces, déjame llevarte en un viaje por el camino de la memoria. Janet Jackson y Justin Timberlake causaron un gran revuelo durante ese show de medio tiempo del Super Bowl. Como estudiante de secundaria, vi el partido en el sótano de mis padres, y recuerdo vívidamente pensar: «¿Es eso un aro de pezón?»
Lo que siguió fue una vergonzosa exhibición de desprecio hacia las mujeres. El «mal funcionamiento del vestuario» de Timberlake resultó en que Jackson fuera avergonzada y excluida en la industria, mientras que Timberlake no enfrentó consecuencias significativas. No fue justo, y no estuvo bien. Sin embargo, la carrera de Jackson eventualmente se recuperó, y se convirtió en una leyenda en la industria musical.
Recientemente, volví a ver el show de medio tiempo en HD, y fue como un viaje a través de la cultura pop millennial. Las camisetas holgadas, las tirantes de espagueti y las estrellas problemáticas estaban todas allí. Pero lo que más me molestó fue cómo comenzó el show. Presentó el sonido de la banda de marcha de HBCU, pero Texas Southern tuvo que compartir el escenario con la Universidad de Houston. Se sintió como una apropiación cultural en su máxima expresión.
A medida que continuaba el show, vimos a Jackson interpretar un fragmento de su éxito «All for You», seguido de Diddy y Nelly subiendo al escenario. Kid Rock también hizo una aparición, vistiendo un poncho con la bandera estadounidense y un fedora. Mientras Jackson enfrentaba críticas por un desliz accidental de pezón, Kid Rock gritaba libremente sobre drogas y alcohol frente a una audiencia joven.
Jackson regresó al escenario para interpretar «Rhythm Nation», y Timberlake se unió a ella para el final con «Rock Yo’ Body». Todos sabemos lo que pasó después, pero verlo en HD ofreció una perspectiva diferente. Fueron 12 minutos emocionantes llenos de música y caras familiares que moldearon una generación.
Reflexionando sobre este 20 aniversario, estoy agradecido de haberlo experimentado en vivo y aún más agradecido de haber pasado 20 años sin volver a verlo. Sin embargo, volver a visitarlo por trabajo me recordó la alegría que me trajo. Así que animo a todos a buscarlo y disfrutar de la nostalgia. Y recordemos, América, es hora de dejar de ofendernos tanto por los cuerpos de las mujeres.