Rusia desató una nueva ola de ataques con drones y misiles sobre Ucrania el 23 de octubre, lanzando 81 drones en 12 regiones en un ataque implacable. Las defensas aéreas de Ucrania interceptaron 57 de los drones, y otros 15 cayeron sobre el territorio ucraniano, según la fuerza aérea del país. Los ataques tuvieron como objetivo infraestructura crítica en regiones como Odesa, Kyiv y Járkov, continuando el brutal bombardeo de Rusia sobre áreas civiles.
Mientras los cielos sobre Ucrania arden, la esperanza radica en la formación de 200 pilotos ucranianos que han completado su preparación para volar aviones de combate F-16. Con el apoyo de Gran Bretaña y otros aliados occidentales, estos pilotos están listos para fortalecer la defensa de Ucrania, volando los jets prometidos por Dinamarca, Bélgica y los Países Bajos.
Mientras tanto, Ucrania también contraataca, con drones caseros atacando objetivos militares dentro de Rusia. El mismo día, las defensas aéreas rusas afirmaron haber derribado 14 drones ucranianos, incluyendo sobre Crimea.
La batalla se intensifica a diario, pero a medida que las defensas de Ucrania se fortalecen con el apoyo occidental, la marea puede cambiar pronto. ¿Estos nuevos pilotos entrenados y sus poderosos F-16 cambiarán el equilibrio en esta guerra de desgaste?