Es una escena que muchos encontrarían sorprendente en 2024: en Georgia, algunos votantes negros están comenzando a ver con buenos ojos a Donald Trump y están reevaluando su campaña. Joseph Parker, un demócrata de toda la vida, resumió lo que otros están diciendo: “Las cosas eran diferentes entonces… los alimentos, la gasolina, todo está tan caro ahora.” Parker, de 72 años, dice que las promesas de Trump se sienten reales, citando su cumplimiento como una razón por la cual está emitiendo su primer voto por un republicano.
Las encuestas respaldan lo que está sucediendo en el terreno: un cambio en los votantes negros, especialmente en los hombres, que están considerando a Trump, y esto está sumando combustible a su campaña en este estado clave. Los demócratas, sintiendo esta vulnerabilidad, han intensificado los eventos de acercamiento en toda Georgia. Desde reuniones rurales con Bill Clinton hasta eventos en ciudades como Atlanta con celebridades como Megan Thee Stallion, la campaña de Harris está trabajando a toda máquina. Pero para algunos, estos esfuerzos no han cambiado su postura.
Toma a Arthur Beauford, un votante primerizo de 28 años, que está rompiendo la tradición familiar y votando por Trump. “No soy el mayor fan de Trump, pero lo prefiero a él sobre Harris,” explicó Beauford, señalando la audacia de Trump y lo que percibe como un mayor sentido empresarial. De manera similar, Samuel Kem, de 25 años, ha cambiado de opinión sobre Trump, señalando que aún le preocupan temas como el clima, pero está impresionado con el enfoque de Trump hacia la diplomacia extranjera. Incluso Fabienne Durocher, una inmigrante haitiana que votó por Biden en 2020, compartió un cambio de corazón. “No me gustaba. Pero ahora, me gusta,” dijo, encontrando puntos en común con Trump en temas como el aborto.
La dinámica cambiante de Georgia está creando efectos en cadena. Mientras los demócratas confían en estrategias probadas como eventos comunitarios y respaldos de alto perfil, el equipo de Trump se ha centrado en los votantes negros que tradicionalmente están fuera de su alcance. A través de eventos específicos, esfuerzos puerta a puerta y voces dentro de la comunidad negra, los republicanos buscan cambiar los márgenes solo lo suficiente. La Coalición de Fe y Libertad incluso está capacitando a hablantes de criollo haitiano para involucrar a nuevos votantes.
Georgia siempre ha sido un juego de números, y este cambio podría ser un factor definitorio para ambos partidos. Como dice Howard Franklin, un estratega demócrata, “Hay cierto atractivo ahí” para Trump. Mientras tanto, Jason Shepherd, un ex presidente republicano del condado de Cobb, lo atribuye a “la buena y vieja resaca del comprador”, ya que los votantes reflexionan sobre sus situaciones financieras hoy en comparación con hace cuatro años.
A medida que los demócratas y republicanos luchan por Georgia, una cosa está clara: el atractivo de Trump ha desafiado las expectativas, con encuestas que muestran que está codo a codo con Harris. Para los votantes negros que no son tradicionalmente influenciados por legados políticos, esta elección trata sobre algo más cercano a casa: economía, seguridad y confianza. Y aunque los números finales siguen siendo inciertos, estos cambios podrían ser el giro que incline la balanza en una de las carreras más seguidas de 2024.