Las respuestas evasivas de Donald Trump sobre sus comunicaciones post-presidenciales con Vladimir Putin han reavivado la controversia sobre su relación con el líder ruso. Durante un foro económico en Chicago el martes, cuando se le preguntó directamente sobre las afirmaciones de que ha hablado con Putin en múltiples ocasiones desde que dejó el cargo, Trump evitó la pregunta, diciendo: “No comento sobre eso, pero te diré que si lo hiciera, sería algo inteligente.”
La acusación, destacada en el nuevo libro de Bob Woodward War, sugiere que Trump ha mantenido contacto frecuente con Putin, con fuentes no identificadas afirmando al menos siete conversaciones desde que dejó la presidencia. Notablemente, el libro también alega que Trump envió equipos de prueba de COVID-19 a Rusia durante los primeros días de la pandemia, una afirmación confirmada por el Kremlin. La campaña de Trump ha negado desde entonces las afirmaciones, aunque el propio Trump pareció defender la noción de mantener lazos con Putin, diciendo: “Si tengo una relación con personas, eso es algo bueno, no algo malo”, citando las capacidades nucleares de ambas naciones.
Además de levantar cejas, Trump ha afirmado repetidamente que terminaría la guerra entre Ucrania y Rusia “el primer día” de su presidencia, incluso sugiriendo que podría lograr la paz antes de asumir el cargo si es elegido. Sus declaraciones han alimentado las preocupaciones de Ucrania de que Trump podría cortar el apoyo militar, obligando a Ucrania a negociar con Rusia, potencialmente a costa de ceder territorio.
El libro de Woodward fue publicado el martes, y sus revelaciones continúan avivando el debate sobre las relaciones exteriores de Trump, especialmente en lo que respecta a la crisis en Ucrania y su controvertida relación con Putin.