El último título autoproclamado de Donald Trump en un mitin de Fox News ha incendiado internet. El ex presidente levantó cejas en todo el espectro al llamarse a sí mismo el «padre de la FIV», una afirmación que generó tanto desconcierto como reacciones negativas tanto de conservadores como de liberales.
“¡Damas, somos el partido de la FIV!” declaró Trump con Harris Faulkner a su lado, una afirmación que dejó atónitos a ambos lados. Incluso la rival de Trump en 2024, Kamala Harris, se unió al coro de críticos, cuestionando: “¿De qué está hablando?” Dada su postura sobre el aborto y el acceso a la FIV, su sorpresa fue reflejada en las redes sociales, donde los escépticos de ambos lados intervinieron. Estrategas republicanos advirtieron que esta postura pro-FIV podría alienar a cruciales partidarios evangélicos que se oponen a la FIV, añadiendo más combustible al caótico incendio de los comentarios de Trump.
La promesa de campaña de Trump de hacer que la FIV sea financiada por el gobierno también ha provocado reacciones mixtas. Muchos defensores pro-vida argumentan que socava creencias fundamentales sobre la planificación familiar, mientras que otros, como los católicos romanos en X (anteriormente Twitter), criticaron a Trump por aparentemente ignorar las opiniones religiosas sobre la FIV. Con algunos estados declarando que los embriones congelados son “niños”, el debate se vuelve aún más complejo, y la afirmación de Trump sobre la «paternidad» de la FIV podría ponerlo aún más en desacuerdo con las bases conservadoras tradicionales.
Mientras Trump respondía preguntas de la multitud mayoritariamente solidaria en Georgia, reafirmó su posición, etiquetando al GOP como “el partido de la FIV” en su esfuerzo por ampliar su mensaje centrado en la familia. Pero para muchos conservadores, su postura parecía tan inestable como sus políticas sobre el aborto. Trump insinuó que, si bien el aborto debería seguir siendo un asunto de los estados, algunas restricciones “duras” podrían necesitar ser revisadas.
Solo el tiempo dirá si la etiqueta de «padre de la FIV» ayudará o obstaculizará la campaña de Trump. Pero una cosa está clara: desde su audiencia en Cumming, Georgia, hasta los aliados conservadores en todo el país, el último título de Trump ha dejado a ambas partes con mucho de qué hablar.