La FIA se encuentra nuevamente en aguas turbulentas, ya que Niels Wittich, Director de Carrera de Fórmula 1, y Paolo Basarri, el Oficial de Cumplimiento de la FIA, abandonan abruptamente sus roles. El momento de estas salidas—justo cuando el campeonato se dirige a su final crítico—ha desatado una tormenta de especulaciones, con susurros de luchas de poder y conflictos de personalidad resonando en el paddock.
«¿Wittich se va o lo empujaron?»
La versión oficial es que Wittich se va para «perseguir su carrera en otros lugares», pero a puertas cerradas, se rumorea que fue empujado a salir. ¿La supuesta fuente de su salida? Nada menos que el presidente de la FIA Mohammed Ben Sulayem.
Esta no sería la primera vez que un alto funcionario de la FIA choca con el controvertido presidente. La repentina partida de Wittich a mitad de temporada—cuando la estabilidad es primordial—levanta cejas y preguntas sobre la relación laboral entre el jefe regulador de la FIA y su presidente.
«La salida de Basarri añade al misterio»
El caso de Paolo Basarri es igualmente desconcertante. Como Oficial de Cumplimiento de la FIA, fue fundamental en la conducción de investigaciones internas—limpiando dos veces a Ben Sulayem de acusaciones de mala conducta. A pesar de su lealtad, Basarri aparentemente ha «perdido la confianza» del presidente, aunque las razones exactas permanecen envueltas en secreto.
Este movimiento repentino coincide con el aumento de tensiones entre la FIA y la Asociación de Pilotos de Gran Premio (GPDA), que recientemente redactó una carta abierta criticando el trato del presidente hacia los pilotos y exigiendo transparencia sobre las multas impuestas a ellos.
«Los Pilotos Responden: ‘No Somos Niños'»
La carta de la GPDA abordó de manera directa lo que muchos ven como un trato condescendiente por parte de Ben Sulayem, enfatizando que los pilotos son adultos y esperan respeto mutuo. La asociación también expresó preocupaciones sobre la falta de transparencia en cómo se gasta el dinero de las multas—una crítica sutil pero contundente a la gobernanza de la FIA.
«Entra Rui Marquez: Credenciales de Base, ¿pero Está Listo?»
Tras la salida de Wittich, Rui Marquez asume el cargo de Director de Carrera interino. Mientras la FIA ha destacado su experiencia en Fórmula 2 y Fórmula 3, los críticos argumentan que sus credenciales son insuficientes para las exigencias de la F1.
«F2 no es F1,» comentó un informante. «Las apuestas, la presión y el escrutinio están en un nivel completamente diferente.»
El mandato de Marquez comienza bajo un intenso escrutinio, con temores de que cualquier error en su toma de decisiones podría eclipsar la final del campeonato. Dadas las lecciones de las controvertidas decisiones de Michael Masi en Abu Dhabi en 2021, otro error judicial podría dañar gravemente la credibilidad de la FIA.
«La Gran Imagen: FIA en Terreno Inestable»
Estas salidas destacan problemas más profundos dentro de la FIA bajo el liderazgo de Ben Sulayem. Su mandato ha estado marcado por:
- Salidas de alto perfil: Wittich y Basarri se unen a una lista creciente de figuras clave que han dejado su puesto durante su presidencia.
- Tensión con equipos y pilotos: Desde prohibiciones de joyería hasta la aplicación inconsistente de reglas, sus directrices a menudo han causado fricciones.
- Cuestiones de transparencia: Desde multas hasta decisiones de gobernanza, la falta de claridad de la FIA continúa sembrando desconfianza.
«¿Sombreará la Lucha por el Título?»
Con Max Verstappen a punto de conseguir su cuarto título de pilotos, y el campeonato entrando en su fase culminante, el drama interno de la FIA amenaza con socavar el enfoque del deporte. Si Márquez falla o surgen decisiones controvertidas, la reacción podría llevar a la Fórmula 1 a otra crisis judicial.
A medida que se aproxima el Gran Premio de Las Vegas, todas las miradas estarán puestas en si la FIA puede estabilizar su barco—o si este último tumulto se convertirá en otro capítulo de su turbulenta historia. Las apuestas nunca han sido tan altas, y el foco nunca ha brillado con tanta intensidad.