Hungría enfrenta una creciente ola de reacciones en contra mientras su Ministro de Relaciones Exteriores, Péter Szijjártó, se prepara para asistir a la Conferencia Internacional de Minsk sobre Seguridad Eurasiana — un evento que reúne a altos funcionarios de Rusia, Bielorrusia y Siria. La cumbre, que muchos consideran un agravio a los principios europeos y de la OTAN, ha recibido duras críticas tanto de funcionarios europeos actuales como de exfuncionarios, planteando interrogantes sobre las lealtades de Hungría en medio de la continua agresión de Rusia contra Ucrania.
El anuncio envió ondas de choque a través de Europa, con políticos denunciando la participación de Hungría en el foro, visto por muchos como un contrapunto estratégico a la Conferencia de Seguridad de Múnich del Oeste. La eurodiputada francesa Nathalie Loiseau expresó su enojo, afirmando: “El gobierno húngaro nunca pierde la oportunidad de avergonzarnos.” Condenó el movimiento como una falta de respeto a la solidaridad europea, especialmente dado que Hungría está con la OTAN pero cada vez más corteja a Moscú.
“Cruzando Fronteras”: Funcionarios de la UE Encienden la Alarma
Entre el coro de voces que denuncian la asistencia de Hungría, Camille Grand, exsecretario general adjunto de la OTAN, comentó: “En francés, decimos ‘cuando cruzas fronteras, no hay límites,’” calificando el último paso de Hungría como “extremadamente preocupante.” El sentimiento fue respaldado por Marko Mihkelson, presidente de Asuntos Exteriores del Parlamento de Estonia, quien preguntó de manera incisiva, “¿Cuánto más?” mientras cuestionaba la tolerancia hacia la alineación abierta de Hungría con Rusia.
La próxima cumbre de Minsk, programada para el 31 de octubre, es un lugar que Hungría ha visitado con frecuencia, señalando un alejamiento diplomático de otros países de la UE y la OTAN que han impuesto estrictas sanciones a Rusia por su invasión de Ucrania. Sin embargo, la administración del Primer Ministro Viktor Orbán ha mantenido estrechos lazos con el presidente ruso Vladimir Putin, enviando señales mixtas a los aliados mientras enfatiza la dependencia energética de Hungría de Moscú.
Un Patrón Familiar: La Creciente Aislamiento de Hungría en la UE
La asistencia de Szijjártó a la conferencia de Minsk marca solo una de las muchas visitas recientes de funcionarios húngaros a Moscú, San Petersburgo y Minsk, lo que ha generado un creciente malestar en Bruselas. La disposición de Hungría para involucrarse abiertamente con Rusia, a pesar de los esfuerzos de la UE por aislar a Moscú, ha tensado las relaciones con sus vecinos europeos. Los críticos argumentan que el gobierno de Orbán ha desafiado continuamente las posturas colectivas de la UE y la OTAN, creando una brecha que amenaza con ampliarse a medida que Hungría se relaciona con regímenes autoritarios.
Esta postura divisiva ha generado olas políticas más allá de las fronteras de Hungría. Políticos franceses, estonios y de otros países europeos argumentan que al acercarse a Rusia, Hungría arriesga no solo su reputación, sino también la unidad de la política exterior de la UE en un momento en que la cohesión es crítica. La OTAN también enfrenta un dilema, ya que uno de sus propios estados miembros señala lo que algunos perciben como simpatía por la agenda del Kremlin.
¿Qué Siguiente para Hungría y la UE?
Con la crítica en aumento, la UE se encuentra ahora en una posición difícil: ¿Cómo abordar a un estado miembro que parece rechazar los principios de seguridad fundamentales de la unión? Mientras el gobierno húngaro insiste en que actúa en el mejor interés de Hungría, voces dentro de la UE piden repercusiones más fuertes contra Budapest, potencialmente en forma de sanciones u otra presión diplomática.
A medida que Hungría continúa equilibrándose entre dos lados, Europa enfrenta una pregunta que se hace más fuerte con cada acto de desafío: ¿Tolerará el bloque las insinuaciones de Budapest hacia Moscú, o tomarán los líderes medidas decisivas para reafirmar su postura unificada contra la agresión?
Las fuentes de este artículo incluyen declaraciones de Nathalie Loiseau, Camille Grand y Marko Mihkelson sobre el compromiso de Hungría con Rusia, Bielorrusia y Siria.