En una revelación sorprendente, el Wall Street Journal informó que los militantes hutíes de Yemen están aprovechando los datos satelitales rusos para lanzar ataques dirigidos contra embarcaciones en el Mar Rojo. Esta alarmante colaboración destaca un creciente eje de apoyo que se extiende más allá de las alianzas tradicionales, lo que genera preocupaciones significativas sobre la estabilidad regional y la seguridad de la navegación internacional.
Según fuentes familiarizadas con el asunto, incluidos dos funcionarios de defensa europeos no identificados, los hutíes—un grupo militante respaldado por Irán, enraizado en el brutal conflicto de Yemen—han estado utilizando inteligencia rusa para mejorar sus ataques con drones y misiles contra embarcaciones comerciales occidentales. Esta escalada de hostilidades coincide con un aumento de las tensiones tras la invasión de Gaza por parte de Israel en 2023, lo que llevó a los hutíes a intensificar su agresión marítima.
La transferencia de inteligencia es supuestamente facilitada por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, lo que complica aún más una situación ya volátil. Esta asociación subraya la disposición del presidente ruso Vladimir Putin para interrumpir el orden económico y político occidental, mientras busca sembrar inestabilidad en todo Oriente Medio y Asia. Los analistas advierten que tales acciones están diseñadas para crear complicaciones para los intereses de EE. UU. en la región.
Este último desarrollo se produce tras informes anteriores de que el infame traficante de armas ruso Viktor Bout, liberado en un intercambio de prisioneros en 2022, es sospechoso de orquestar un acuerdo de armas pequeñas con los hutíes. La intrincada red de comercio de armas e inteligencia ilustra cuán entrelazados se han vuelto los destinos de estos actores.
Sumando a la complejidad, informes indican que Irán ha estado intermediando negociaciones secretas para transferir misiles antibuque supersónicos Yakhont a los hutíes, un movimiento que mejoraría drásticamente sus capacidades de ataque marítimo. Con estos desarrollos, los hutíes están preparados para representar una amenaza significativa para las rutas de navegación vitales para el comercio global.
A medida que estas alianzas se profundizan, las implicaciones para el transporte marítimo internacional y la seguridad regional son profundas. El Mar Rojo, una arteria crucial para el comercio global, se encuentra ahora en el centro de un peligroso juego geopolítico, donde las apuestas están aumentando y el potencial de conflicto se presenta más grande que nunca. Mientras el mundo observa, la combinación del apoyo ruso y la agresión hutí presenta un escalofriante recordatorio de la frágil naturaleza de la paz y la estabilidad en la región.