Max Verstappen, piloto de Red Bull Racing, evitó por poco una colisión al inicio del Gran Premio de Fórmula 1 de Miami, gracias a la arriesgada maniobra de su compañero de equipo, Sergio Pérez. Pérez, partiendo desde la cuarta posición en la parrilla, aprovechó la salida lenta de Charles Leclerc e intentó adelantar a Verstappen por el interior de la Curva 1. Sin embargo, Pérez frenó demasiado tarde y estuvo peligrosamente cerca de golpear a Verstappen. Afortunadamente, Verstappen logró mantener el liderato mientras Pérez cayó al quinto lugar. El jefe de equipo de Red Bull, Christian Horner, reconoció que el equipo tuvo suerte de evitar un accidente y atribuyó la maniobra de Pérez a la mala salida de Leclerc.
Horner describió la salida de Pérez como «optimista» y explicó que tuvo la oportunidad de adelantar debido a la salida lenta de Leclerc. A pesar de ir profundo en la curva y casi chocar con Verstappen, Pérez logró evitar un accidente. Horner expresó alivio por el hecho de que la mayoría de los autos sobrevivieron al incidente.
Pérez comparó su situación con un incidente similar que involucró a Lewis Hamilton en la carrera Sprint anterior. Mencionó que tuvo dificultades con la adherencia y bloqueó los frenos al intentar adelantar a Verstappen. Como resultado, perdió una posición ante Oscar Piastri. Pérez admitió que tuvo mala suerte con su rendimiento y reconoció la necesidad del equipo de resolver sus problemas de ritmo.
Verstappen reveló que estaba al tanto de lo cerca que Pérez estuvo de golpear su auto en la curva a la derecha. Incluso notó un rasguño en su difusor después de la carrera, indicando que algo había hecho contacto. Verstappen reconoció que la situación podría haber terminado en desastre para el equipo y se consideró afortunado de haber evitado un accidente.