Charles Leclerc ha causado sensación con la última adición a su colección: un Ferrari SF90 Stradale negro personalizado, que le costó la friolera de $900,000. A diferencia de un vehículo típico proporcionado por el equipo, este elegante potente fue comprado por el propio Leclerc, un testimonio adecuado de su admiración profundamente arraigada por Ferrari más allá de sus lazos profesionales.
El SF90 Stradale muestra la ingeniería innovadora de Ferrari con una potencia combinada de 1,016 caballos de fuerza de su motor V8 biturbo de 4.0 litros emparejado con tres motores eléctricos. Este superdeportivo en negro, que presenta el número 16 característico de Leclerc, irradia sofisticación y estilo personal. Entregado en la ciudad natal de Leclerc, Mónaco, se integra sin esfuerzo en las calles llenas de lujo, aunque su elegancia discreta lo distingue.
La pasión de Leclerc por Ferrari no es un secreto. A lo largo de los años, su creciente colección refleja no solo su carrera, sino también su amor personal por la marca. El SF90 Stradale representa la cúspide del rendimiento y el diseño, un coche tan emocionante e impredecible como una carrera de F1 en sí misma.
Mientras tanto, el fin de semana de Ferrari en Brasil fue una mezcla de triunfo y tribulación. Las condiciones húmedas e impredecibles desafiaron incluso a los conductores más hábiles. Leclerc ofreció una actuación sólida en medio de la lluvia, mientras que su compañero de equipo Carlos Sainz luchó con las difíciles condiciones. El fin de semana de Sainz estuvo marcado por dos accidentes: el primero durante la clasificación en la Curva 2 y otro el día de la carrera, cuando su SF-24 se salió de la pista y se estrelló contra la barrera. Su frustración era palpable mientras expresaba los desafíos de manejar el Ferrari en condiciones húmedas.
“Es muy impredecible,” admitió Sainz. “Este coche ha sido extremadamente difícil de conducir en la lluvia este año. Disculpas al equipo por los errores; nos costaron, pero comenzar desde el pit lane ya hacía que los puntos fueran difíciles de conseguir. Pasaremos la página y volveremos más fuertes.”
A pesar de una carrera difícil, Ferrari se mantiene resistente, con el segundo lugar en el campeonato de constructores aún al alcance. A medida que la temporada se acerca a su fin, el nuevo SF90 Stradale negro de Leclerc es un recordatorio de su lealtad al nombre Ferrari—una asociación tanto dentro como fuera de la pista que los aficionados no pueden evitar admirar.