El Campeonato Mundial de Rally (WRC) se ha encontrado en un turbulento vaivén sobre el futuro de la energía híbrida, con el octacampeón mundial Sébastien Ogier criticando a la serie por su falta de consistencia y previsión.
En los últimos meses, la postura del WRC sobre la energía híbrida ha sido como un juego de sillas musicales, ya que la FIA y los equipos luchan por decidir si mantener o eliminar los sistemas híbridos de los coches Rally1. Inicialmente, el Grupo de Trabajo del WRC de la FIA propuso eliminar las unidades híbridas tan pronto como el próximo año, a pesar de que el proveedor Compact Dynamics tiene un contrato hasta 2026. Esta decisión inquietó a los principales fabricantes Toyota, Hyundai y M-Sport Ford, quienes respondieron rápidamente instando a la FIA a mantener las regulaciones actuales de Rally1 hasta finales de 2026.
La FIA pareció resolver el problema comprometiéndose a mantener las regulaciones híbridas. Sin embargo, el debate ha resurgido nuevamente a medida que los equipos expresan su preocupación por el aumento de costos asociados con las frecuentes reconstrucciones híbridas, que ahora se han vuelto necesarias debido a las restricciones sobre restablecimientos más simples. Una vez más, la posibilidad de eliminar la energía híbrida está sobre la mesa.
Para la leyenda del rally Ogier, este constante vaivén está dañando la credibilidad del WRC. «Me gustaría ver que el híbrido se mantenga como estaba planeado”, dijo Ogier, “Es extraño tener cambios de última hora como este.” Enfatizó que estas revisiones de última hora revelan un problema más profundo dentro del WRC: una falta continua de estabilidad y visión a largo plazo. “El campeonato está faltando consistencia,” declaró Ogier, destacando cómo los cambios de reglas impredecibles dificultan que los equipos planifiquen de manera efectiva.
La frustración de Ogier no se trata solo de la tecnología híbrida; se trata del mensaje más amplio que se está enviando. “¿Cuál es el mensaje ahora?” preguntó, señalando la confusión en torno a la dirección del WRC. “Decimos que somos híbridos, pero entonces, tal vez no lo seamos.”
En lugar de abandonar la tecnología híbrida, Ogier sugiere un enfoque pragmático: trabajar con el proveedor para reducir costos y mejorar las opciones de reparación. Permitir reparaciones menores en unidades dañadas, argumenta, podría aliviar las presiones financieras sin comprometer el compromiso del deporte con la energía híbrida. Con el tiempo de prueba limitado que queda para 2024, los equipos enfrentan un dilema sobre cómo prepararse.
A medida que el WRC navega por esta encrucijada, los comentarios de Ogier subrayan una necesidad urgente de estabilidad. ¿Escuchará la FIA a sus equipos y campeones, o la credibilidad del campeonato seguirá sufriendo por un reglamento en constante cambio?